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Siguiente marcha...

Siguiente marcha...

De vez en cuando una madre no puede evitar, en mitad de una conversación familiar, recordar alguna anecdota graciosa de cuado uno apenas se sostenía sobre sus cuartos traseros... es una de esas cosas que solemos llamar “cosas de madre”. En mi caso, una de estás anécdotas narraba que, de pequeño, cuando un coche explotaba o tenía un accidente en una película, yo lloraba desconsoladamente.


Supongo que así fue, más o menos, como empezó mi afición por los automóviles; al cabo de unos años mi colección de revistas del motor, “Majorettes”, “Bburagos” y “Maistos” era más que decente, aunque ahora sólo me queden de estos últimos sobre las estanterías. La razón es simple, no sólo cambié los 1:43 por la “Pleyesteision”; esa pasión automovilística pasó a un segundo plano con la llegada de los últimos cursos de la ESO y el Bachillerato (sí, soy generación Logse, pero os aseguro que mi promoción todavía discurría)... sin embargo, al acercarse la mayoría de edad sentí la necesidad vital de tener un coche a escala 1:1.


Reconózcolo, por aquel entonces sabía bastante poco de coches, poco sobre los gasolina, poco sobre el diesel, poco sobre motores, poco sobre técnicas de conducción, vamos...poco; pero las ganas de tener el carné y poder conducir por fin un coche al que poder llamar mi coche se fueron apoderando de mí. Me saqué el teórico a finales de 2004+1 y el práctico a principios de 2006, justo después de cumplir los 18; en menos de un año hice sendos cursos de conducción segura...¿Mi primer coche?... el que quería, de segunda mano y a buen precio.


Novel, 18 años...locuras, hice muchas locuras de las que por suerte no puedo decir que me arrepienta... me sirvieron para saber que he madurado lo justo e “intacto”.


Ahora conduzco igual, pero con reservas, y mucho, mucho más concienciado que antes.


No seré yo quien niege tirar y haber tirado de freno de mano en las rotondas más deslizantes de la comunidad, tampoco negaré que mis cruceros en autovía suelen ser más elevados que la media o que me gusta darme algún homenaje sobre mojado de vez en cuando... me gusta hacer todo eso, aunque no haya nadie, aunque esté solo; por y para mí, porque disfruto conduciendo. Lo malo viene cuando hay gente que confunde el disfrutar conduciendo con ver quien la tiene más grande, y es entonces cuando surgen los problemas...


Utilitarios (no diré modelos), cargados hasta la antena de garrulos o sucedáneos, pilotados por algún “hábil”conductor que zigzaguea con tesón a traves del tráfico urbano de las cerocero; pilotos que, atentando contra las normas básicas de conducción (de conducción, no de circulación), se sitúan ante el volante en una posición más propia de una playa que de un vehículo;

machos que creen tener una “tolerancia al alcohol más propia de los estibadores irlandeses”(Nick Naylor dixi) y cuyos amigos suelen acabar con una corona de flores dedicada...


¿Por qué?... A veces me hago esa misma pregunta pero a la inversa; ¿por qué yo no?...


Salgo, bebo y no conduzco o conduzco y no bebo, siento que mis responsabilidades crecen exponencialmente cuando llevo más ocupantes en el coche. No sé qué educación habré tenido en comparación con esos cernícalos; no sé que es, pero hay algo que me impulsa a no comportarme como un macaco con ruedas en cuanto tengo oportunidad; algo que me hace sentir culpable y autocrítico cuando creo que he cometido un error; algo que impide querer hacerme el “guay” cuando llevo a los amigos o a la novia en el coche...


Lo que sí sé es que ese algo responde a una pura convicción moral, no es por las multas, ni por la posible bronca, ni siquiera por mi coche... lo hago, simple y llanamente, porque creo en la conducción...

1 comentario

Bastet -

He oido muchas explicaciones acerca de porque no se debe correr con el coche,conducir bajo los efectos del alcohol...pero ninguna que mencione a la conducción como las tuyas.En ese sentido gracias a ti he aprendido mucho, a ver la conducción como algo que no solo se puede clasificar con el adjetivo de importante.
Después de todo circular...circular lo hace todo el mundo,pero conducir...conducir solo lo hacen o lo pueden hacer aquellas personas que sientan algo más que respeto por sus vidas o por las de otras personas.