Tarima de alquitrán
El frenesí oculto tras la nueva oscuridad
nos mantendrá a salvo
de la quietud.
Para sentir los cuerpos
rozando la indeterminación
discutiendo sobre las incontables vidas
que aparecen ante nuestros ojos.
Continuaremos noche a través
como un alfiler
guiado por yemas experimentadas
entre costuras vírgenes.
El anonimato nos mantendrá perennes
por entre la muchedumbre caduca
y nada podrá frenar nuestra escalada sinusoidal
, el cerco tomará un tono rojo mate
mientras la costa y el infinito nos bordean
en un azul claroscuro.
Las patrias,
si es que alguna vez existieron
en nuestro vocabulario,
se desplomarán con la certeza
de que lo prometido
es sólo el camino de ida,
sólo una ruta vinculada a nuestro destino.
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